Título original: The Blues Brothers
Título hispanoamericano: Los Hermanos Azules
Director: John Landis
Género: Cruzada de dos músicos por querer mantener el lugar en el que se criaron / Comedia / Musical / Religioso
Año: 1980
J. y M. aman esta película con pasión y sin compasión.
Cuando Jake sale de su larga estancia bajo la sombra de la penitenciaría, se dirige con su hermano Elwood a hacer una visita al orfelinato en el que se criaron, descubriendo para su sorpresa que un centro con cero ingresos e infinitos gastos va a ser embargado por Hacienda, Departamento Anti Niños. Ante este panorama, los dos hermanos se ven obligados a reunir a la antigua banda para un último y millonario concierto.
Sin embargo, no todo será tan fácil, tendrán que desplazarse hacia las casas de los antiguos miembros y mantener breves conversaciones con ellos, encontrar un local de ensayo, contratar afinadores de instrumentos, pipas, cigarros... y por el camino se enfrentarán con el Partido Nacionalsocialista Americano (sin saber que ambos persiguen el mismo objetivo, el cuidado de los niños sin hogar), la Policía (que obliga a santaclausear continuamente a nuestros adorables protagonistas), una mujer desconocida y un grupo de música sureña.
John Landis lleva a la gran pantalla a los personajes más queridos de Saturday Night Fever, una obra que cuenta con las magistrales interpretaciones de John Belushi, Dan Aykroid, John Candy, Carrie Fisher... y con cameos de leyendas de la música como Aretha Franklin, James Brown o Ray Charles.
J. aprecia la gran influencia que tuvo el filme en el cine de Tarantino: ambientación oriental, gore, diálogos rápidos y vulgares y tramas sobre criminalidad
M. halla en el filme la Palabra de Dios en forma de sutiles movimientos de danza de John Belushi y breves giros de volante.
Conclusión: Patética película a merced de dos cómicos que no tendrían gracia ni con dos kilos de cocaína entre ceja y ceja, fosa y fosa. Las numerosas canciones y persecuciones no nos dejan ver el interior emocional de estos hermanos que, sin duda, han pasado por una interesante vida; probablemente haya sido la herramienta de Landis su pésima labor creativa. 9/10
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