Super 8

Título hispanoamericano: Ochomán / Los Chicos de la Cámara

Año: 2011

Género: Rodaje underground de una película interrumpido por la llegada de un extraterrestre / Survival Horror

Director: J.J. Abrams.

J. J. y M. M. aman esta película con pasión y sin compasión.

Joe es un muchacho huérfano por parte de madre pasa los ratos muertos (como su madre) con una cuadrilla de nerdos amantes del cinema fantastique. Él, que a pesar de ser huérfano no es estúpido, usa sus cortos como excuse-d'etre para conseguir un menàge-á-dois con Alice, la enfant terrible del vecindario, tan bella que es capaz de conseguir que un hombre adulto se salte un par de leyes.

Tras un paseo por la realidad de los setenta (más o menos 10 años después del añorado espíritu del Moi du Soixainte-Huit), coches rápidos, chicas con poca ropa y algo de ese viejo rock et rôlle que tantos echamos de menos; nos damos cuenta de la llegada de un extraterrestre (¿metáfora del pesar post petit mort del papa Juan Pablo I, "el papa de la sonrisa de croissant"); esto, que en un principio parece insustancial, se convierte en el eje central de la trama a través de una de las sorprese argumentelle a las que tanto nos tiene acostumbrado Abrams.

El grupo de chicos, completamente carente de medios y desprovistos del intelecto, la técnica, la madurez, la habilidad o las armas necesarias para afrontar tal situación, deciden ir au la maison du le extraterrarire, como dicen nuestros vecinos del norte. ¿Sobrevivirán, amarán, triunfarán en el festival de cine, llegarán a tiempo a la entrega de premios de dicho festival en caso de que su obra cumpla con los mínimos de calidad además de que la organización de dicho festival passe pour haute la menoría de edad del grupo? Si quieres saberlo, tendrás que ver la película en cualquier plataforma y contexte legaille que prefieras.

J. J. J. opina que la película es una crítica al poder castrense y que la cinta supone un manifiesto del cine que quizá debería que hacerse, hecho muy desatendido.

M. M. M. no sólo ve en ella la potencia digna del mejor Truffaut sino una carta de amor al cine y uno de los testimonios más precisos del duelo tras la muerte de una entidad religiosa.

Conclusión: Los desvaríos en los que concluyó Lost representa sólo una cucharada con respecto al soufflé de locura que es este filme. Niños que se creen que haciendo vídeos de mierda conseguirán alguna clase de compensación sexual y consiguen premios de forma absurda. Es obvio que el niño es un alter egó de Abrams, que pretende intimar con Elle Fanning. Omelette du fromage/ Tour d'Eiffel